Smart4. Nuestra propuesta de valor

Tras la entrada en el sector IT de uno de nuestros socios, comenzamos a participar en proyectos en el ámbito de las Ciudades Inteligentes y nos incorporamos al Comité Técnico 178 de UNE donde participamos en la elaboración del cuerpo normativo que estructura el modelo de Ciudad Inteligente.

Apostamos por un modelo avanzado de gestión y racionalización de Servicios vinculados al desarrollo de los entornos de convivencia, sean estos un edificio, una comunidad, una ciudad, una región o un país, a través del despliegue de una estrategia Smart City, adaptada al alcance del entorno de convivencia objetivo.

Los servicios que ofrecemos comienzan con la elaboración de un plan estratégico detallado en el que se defina de manera precisa el alcance de los objetivos y actuaciones que pueden desarrollarse empleando como base de partida el modelo de Ciudad Inteligente, particularizado con la aproximación que hemos desarrollado, que denominamos Smart4.

La reducción del impacto ambiental que genera el desarrollo de la actividad humana en las ciudades no solo es un objetivo loable, es un objetivo y pilar crítico del modelo de Ciudad Inteligente, por cuanto minimizar el impacto ambiental proporciona beneficios y múltiples frentes, más allá de la más que deseable preservación de los espacios naturales.

La reducción de la contaminación es también una cuestión de salud pública, por cuanto estas sustancias son altamente perjudiciales para la salud. Así mismo, una gran parte de la contaminación se origina en ineficiencias de procesos, lo que genera una pérdida de materias primas o compuestos valiosos.

Estrategia Smart4

El crecimiento continuo de las necesidades de la sociedad impone una mejora constante de los procesos e instituciones que velan por que estas sean cubiertas, de esta forma el uso de las nuevas tecnologías es la clave para la optimización y mantenimiento de los mecanismos gubernamentales encargados del bienestar de la población.

 

La profunda crisis económica que se está sufriendo pone en jaque a las finanzas locales para mantener el nivel de vida de la ciudad, y de sus ciudadanos.

Se requiere también innovar en el modelo de gobernanza y de gestión de los servicios públicos, para conseguir reducir el coste de los servicios desde una acción integradora y de marco macromunicipal.

 

Otro aspecto a considerar es que la naturaleza del comercio ha cambiado considerablemente. Actualmente, el comercio global constituye las dos terceras partes de la totalidad, en comparación con la tercera parte que representaba treinta años atrás.

 

En las economías desarrolladas, la prestación de servicios ha suplantado a la producción como actividad económica primaria, lo que equivale a casi las tres cuartas partes de toda la actividad comercial. Una economía mundial globalmente integrada y basada en servicios implica que las empresas trasladarán sus actividades allá donde se concentre el capital humano y físico, es decir, en las ciudades.

Tres quintas partes de las empresas señalan la disponibilidad de personal cualificado (capital humano) y la calidad de las telecomunicaciones (capital físico) como aspectos absolutamente imprescindibles.

Ante esta situación de recursos finitos, tanto naturales como económicos, la eficiencia se convierte en el principal desafío al que se enfrentan las ciudades hoy en día, y se hace imprescindible asumir el cambio de modelo, pasando del concepto de gestión de recursos escasos a la gestión de recursos colaborativos, siguiendo la nueva definición de la economía. Retos a los que se orienta la estrategia de Smart4.

En numerosos países el despliegue de estrategias, fundamentadas en la tecnología, y basadas en los conceptos que rodean al modelo de Ciudad Inteligente son ya una realidad. Dichas estrategias están proporcionando a sus ciudadanos mecanismos ágiles y seguros para percibir todo tipo de servicios avanzados, enfocados a la mejora de los servicios públicos y a la mejora de su calidad de vida, donde hacemos un especial hincapié en el despliegue de estrategias tendentes a garantizar la sostenibilidad de estas iniciativas y a convertirla en una fuente de ingresos para la Administración, y no en un centro de costes.

Nuestro modelo Smart4 propone la creación de entornos de convivencia, basados en conocimiento y Tecnología, soportado de manera inicial en el establecimiento de un plan estratégico de acción que permitan el establecimiento de las medidas y actuaciones necesarias para permitir la evolución de la ciudad a un modelo de excelencia, que le permita maximizar las ventajas y capacidades, tanto por ubicación estratégica, por el espíritu y visión de sus gobernantes y por la capacidad de sus gentes.

Las Administraciones Públicas están inmersas en un proceso de modernización en el que la optimización de procedimientos y la mejora de los servicios al ciudadano constituyen los ejes de la modernización administrativa y centran el objetivo último de las iniciativas eGovernment, como las que engloba nuestro enfoque, vinculado con la materialización de la estrategia de ciudad inteligente.

 

Otro de los verticales, vinculado al modelo de Ciudad Inteligente, que identificamos como de un elevadísimo interés es la eficiencia energética.

 

La conjunción de las soluciones tecnológicas, unido al despliegue de dispositivos y luminarias de bajo consumo, proporcionan una enorme capacidad de generar importantes ahorros en los consumos energéticos tanto de edificios públicos como de infraestructuras en las que el consumo energético supone un importante coste para las Administraciones Públicas, como los sistemas de iluminación viaria y otras infraestructuras consumidoras de energía.

Los procesos de optimización y control de los sistemas de transporte, así como la automatización del control de los sistemas de tráfico, es otro de los verticales que consideramos pueden aportar un enorme valor.

La integración de sistemas enfocados a la seguridad ciudadana y de las instalaciones es otro de los procesos englobados en la estrategia Smart4 que planteamos como importantísimo vertical de cara a garantizar la integridad de los ciudadanos, así como de las infraestructuras y patrimonio de la ciudad.

Otros aspectos fundamentales englobados en nuestra estrategia Smart4 son la gestión y tratamiento eficiente de los residuos; las TIC,s; el impulso a la competitividad, negocio e internacionalización de las pymes a través de las TIC; la logística; la e-Inclusión Social; la promoción de la innovación, etc.

La implementación del modelo de Smart4 es compleja, porque afecta prácticamente a todos los servicios de la Comunidad, requiere una visión transversal e integrada, implica transformaciones de las infraestructuras urbanas e implica cambios en los modelos de gestión. Esta complejidad requiere de un trabajo de reflexión y planificación, la definición de una estrategia que se materializa en la elaboración de la Hoja de Ruta, que ha de establecer los pasos necesarios, las actividades a desarrollar, los actores involucrados, el calendario y las fuentes de financiación.

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