Un Sistema de Gestión de la Calidad (SGC) es una estructura operacional de trabajo aplicable en cualquier organización e integrado con los procesos de la compañía, cuyo objetivo es la administración de manera práctica y coordinada de los recursos, procedimientos, documentos, estructura organizacional y estrategias corporativas, a fin de asegurar la satisfacción del cliente y la consecución de los objetivos corporativos.

La clave para un negocio exitoso es disponer de un control de calidad robusto. Si desea que sus operaciones prosperen, su base de consumidores potenciales debe confiar en que los productos y servicios ofertados por su empresa cumplan o excedan las expectativas. La ISO 9001 es una forma rápida y fácil de demostrar a los consumidores que su organización pone empeño y esfuerzo en asegurar que sus productos y servicios dan lo mejor de si.

La norma ISO 9001 establece los requisitos que deben cumplir los procesos del Sistema de Gestión para garantizar la calidad del Servicio o de los Productos en cualquier empresa, con independencia del tamaño de esta o de la complejidad de su actividad.

Incorpora la llamada “Estructura de Alto Nivel”, una disposición genérica que siguen todas las normas de gestión. Esto hace que su adopción sea más eficiente y rápida, facilitando la integración de todos los sistemas.

Sigue un enfoque basado en riesgos, fomentando el uso herramientas y prácticas de gestión de riesgos, de cara al desarrollo de mecanismos y acciones de mejora en el sistema de calidad.

Incorpora una clara orientación a procesos, lo que obligará a una mejor definición de estos y de todos sus elementos relacionados.