Se han realizado innumerables enfoques de este concepto, el cual generalmente varía en función de los intereses de quien lo presenta. Las empresas vinculadas al sector energético hacían un especial énfasis en la modernización de los sistemas de distribución energética, bajo un modelo Smart Grid, o en términos de eficiencia energética, donde indefectiblemente aparece la evolución de la infraestructura de iluminación viaria hacia dispositivos Led.
Las empresas de corte tecnológico variaban su orientación, en función de su área de fortaleza, bien haciendo especial énfasis en soluciones de eGovernment, en el despliegue de plataformas y nubes de sensores, sistemas de optimización y gestión de tráfico, etc. Las empresas energéticas se enfocaban de modo casi exclusivo en la eficiencia energética, etc. Todos los enfoques estaban alineados con el modelo de partida, aunque se focalizaban de modo prioritario en su ámbito de experiencia, cuestión lógica por su dominio en la materia y su interés en el impulso de sus resutados, bajasos en el despliegue de iniciativas de su core business.
Esta situación fue corregida con la entrada de varios organismos de normalización, los cuales están definiendo un cuerpo normativo a fin de regular el modelo de Ciudades Inteligentes. Los principales actores en este proceso son la British Standards Institution (BSI), el CTN 178 de la Asociación Española de Normalización (UNE), donde estamos presentes y la International Organization for Standardization (ISO), enfocándose hacia el modelo de Ciudad Sostenible.
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